CARACTERÍSTICAS ACTITUDINALES DEL ENTREVISTADOR.
Ya en una ocasión habia hablado de las características de un buen entrevistador, sin embargo, en la entrada de hoy retomare en específico las características actitudinales con el fin de tener un conocimiento más profundo sobre este tema, el cual es indispensable para el desarrollo de una buena entrevista.
Empatía.
Dentro del uso profesional, la empatía es conocida como la capacidad para comprende al paciente cognitiva y emocionalmente, y ser capaz de trasmitir al paciente dicha comprensión.
Bleger (1977)consideró esta actitud como una "disociación instrumental". Esta disociación mantiene al profesional con cierta división interna. Por una parte, el psicólogo muestra cercanía, y por otra, se mantiene distante para permitirse pensar sobre lo que escucha y realizar hipótesis diagnósticas congruentes y válidas. Este mecanismo permite que el psicólogo no pierda la objetividad y la dirección.
Calidez.
Una aproximación afectiva, es una actitud de acogida y contención que se transmite tanto verbal como corporalmente. Con esta actitud se comunica al paciente la aceptación positiva del mismo. La podemos manifestar mediante la proximidad física, la postura, los gestos, los refuerzos verbales y otras conductas indicadoras de aceptación.
Competencia.
El entrevistado debe recibir mensajes que le reaseguren haber consultado a un experto. Para ello, el entrevistador mostrará, cuando sea necesario, su experiencia en este ámbito de trabajo, su capacidad para entender al paciente y de ofrecerle posibilidades de cambio. Así mismo, el entrevistador mantendrá un discurso comprensible para el paciente marcado por su saber profesional. La competencia del psicólogo implica conocer sus propias limitaciones y derivar al paciente con otro profesiponal si no se es suficientemente competente como para trabajar con él.
Flexibilidad y tolerancia.
El psicólogo debe saber responder ante situaciones imprevistas sin perder el objetivo que se persigue; ademas de adaptarse a la diversidad de personas: nivel socioeconómico y cultural, patologías, lenguajes, actitudes, intereses y objetivos de vida.
Honestidad y ética profesional.
El psicólogo trabajará siendo coherente con sus principios, sus valores, su modelo teórico, con todo aquello que le identifica como profesional. El psicólogo informará de forma explícita las normas deontológicas de todo el proceso diagnóstico y terapéutico, y que el consentimiento informado, la confidencialidad y la protección de la información están garantizadas.